Cuando un vuelo se cancela en el último momento, el objetivo es doble: asegurar tu transporte cuanto antes y proteger tus derechos económicos. Como pasajero que sale de la Unión Europea, llega a la UE con una aerolínea comunitaria o vuela dentro de la UE, te ampara el Reglamento (CE) 261/2004; en Reino Unido existe un régimen equivalente (UK261).
A continuación encontrarás una guía práctica en formato blog para actuar con rapidez, documentarlo todo y canalizar la reclamación de forma eficaz. Al final, verás cómo encaja tu seguro de viaje de HOLINS en este escenario.
Acércate al mostrador de la aerolínea o utiliza su canal digital y solicita por escrito las tres opciones que te corresponden: reembolso íntegro del billete, transporte alternativo “lo antes posible” en condiciones comparables o reubicación en una fecha posterior que te convenga.
Mientras esperas resolución, ejerce tu derecho de atención: comidas y bebidas razonables, dos comunicaciones y, si hay pernocta, hotel con traslados.
Conserva toda prueba: confirmación de cancelación, tarjetas de embarque, fotografías de los paneles y recibos de gastos. Si te ofrecen un bono, recuerda que solo procede si prestas tu consentimiento expreso; en caso contrario, el reembolso debe ser en dinero.
Se aplican siempre que tu vuelo salga de un aeropuerto de la UE (cualquier aerolínea), llegue a la UE operado por una aerolínea de la UE o sea un trayecto intraeuropeo. En el Reino Unido, la autoridad competente es la CAA y el esquema UK261 funciona de forma similar. Fuera de estos ámbitos, puedes ampararte en el Convenio de Montreal para reclamar daños demostrables por retraso o cancelación.
Si pierdes una conexión dentro del mismo contrato de transporte y alcanzas el destino final con tres horas o más de retraso por la cancelación inicial, puede surgir derecho a compensación. Si el transporte alternativo llega a un aeropuerto distinto que no sirve a la misma ciudad o región, la compañía debe asumir el traslado hasta el aeropuerto o destino acordado. Las huelgas del propio personal o fallos técnicos operativos, por regla general, no se consideran extraordinarios.
Si tu viaje forma parte de un paquete turístico, además del Reglamento europeo, se activa la normativa de viajes combinados. El organizador debe ofrecer reembolso íntegro o una alternativa equivalente cuando la cancelación impide ejecutar el paquete en condiciones pactadas.
Inicia siempre la reclamación ante la aerolínea por su canal oficial y conserva el acuse de recibo. Si no obtienes respuesta o esta no se ajusta a la normativa, en España puedes acudir a AESA por vía telemática. Para vuelos sujetos al régimen británico, la CAA ofrece sus propios procedimientos. En cualquier caso, adjunta la documentación mínima: confirmación de cancelación, reserva completa, tarjetas de embarque, justificantes de gastos de manutención, traslados y alojamiento, y la prueba de tu reclamación previa a la compañía.
Reúne en una carpeta física o digital la confirmación de cancelación, los boarding passes, los recibos originales de comidas, bebidas, transporte y hotel, la justificación del motivo de la cancelación que te facilite la aerolínea, y las comunicaciones intercambiadas. Esta trazabilidad acelera el reembolso y refuerza tu solicitud de compensación.
El seguro de viaje no sustituye a tus derechos como pasajero, pero los complementa. Puede cubrir determinados gastos no reembolsables en destino o perjuicios derivados de demoras y “missed connection”, según condiciones de la póliza. Si finalmente no viajas por la cancelación y tu proveedor no responde, un seguro de anulación contratado en plazo puede proteger los gastos previos a la salida cuando concurre una causa cubierta. Consulta coberturas y límites en las pólizas de HOLINS y guarda siempre justificantes.